jueves, 29 de agosto de 2013

Las hieles del triunfo

2013-08-21 17.37.44bisHoy se cumplen 50 años de la famosa frase de Martin Luther King “I have a dream”. Como pescadores decir que todos hemos tenido el sueño de ese rato de pesca, que vamos engatillando capturas una detrás de otra sin parar. No sé por donde he oído que lo peor de los deseos es que se te cumplan y algo así me ocurrió a mí el pasado miércoles.
Nunca pensamos en ello, seguros como estamos de nuestros méritos y sabiduría, pero la fortuna, el azar, el destino o como le queramos llamar es ingrediente fundamental en esto que llamamos pesca, y no es nada desdeñable su importancia, a la par que decisiva en el balance final del resultado obtenido.
El desarrollo de los hechos tuvo cierto aire de casualidad y procedo a su relato:
No tenía pensado para nada ir de pesca ese miércoles, eran otras los planes. A mediodía recibo una llamada de mi padre que me indica si puedo hacerle un recado por la tarde, en un lugar de paso hacia un coto truchero próximo. Como tenía que estar en casa a las ocho y media rápidamente realizo un plannig que consistía en recado a las cuatro y media que es cuando abre el establecimiento, cinco y cuarto en el río, rápidamente cambiarse y para el agua, retirada a las ocho menos cuarto, cambio de ropa y a las ocho y media de nuevo en casa. Perfecto, todo cuadra a la perfección ¡mira por donde voy a disfrutar una mini jornada de pesca! Dos horitas, una “manga de competición”. El horario cuadraba. Bien, como he dicho el lugar escogido está acotado con lo que previo a todo este guión paso por la pagina web de la Xunta para emitir y pagar el coto que me permita no ir de furtivo. El lugar responde a los criterios de cercanía a Lugo (20 minutos en coche), río con truchas (o al menos se le supone) y un denso túnel de vegetación que me va a proteger del calor reinante. Al menos voy a estar a remojo y a la sombra con lo cual estos calores estivales serán menos agobiantes.
Siguiente cuestión, no me voy a romper la cabeza en exceso, porque no tengo tiempo que perder. No he pescado este año mucho con el escarabajo, o como le llamamos por aquí, el bicho, y es lo que voy a emplear y probar los modelos de este año, así que caña de 8,6 ‘ y línea 3. Modifico el bajo, al tramo del 18 le ato como una braza del 16 (sí, sí, no hay error, un 16) y el escarabajo, en este caso caparazón marrón y cuerpo del mismo color también con brinca oro. Camino unos cinco minutos río abajo para coger un meandro del mismo y subir un poco más arriba de donde he dejado aparcado el coche.
El río por donde accedo está completamente tapizado de algas, es un curso verde o lo que queda de este color después de los calores estivales, y en el primer “charco” de agua que me encuentro, observo que se ha movido un pez. Lanzo, mal por supuesto, muy descontrolado debido sin duda a falta de mecánica de lance –lo de la pesca al hilo obviamente no nos puede salir gratis- y el escarabajo cae en las algas, lo arranco de un tirón (aquí es donde se justifica el hilo del 16. Menos sería dejar muchos bichos perdidos en estos ligeros enganchones entre las algas) y de nuevo lanzo, y esta vez, aunque de manera torpe, sí logro que impacte en el agua, aunque no donde yo quería…
DSC03426bisPero, y esta es la magia del bicho, la trucha ha sentido el golpe y se lanza en pos de la imitación, surgiendo de la calma de la postura una estela similar a la de un torpedo que impactará sobre un navío. Efectivamente, una estruendosa tomada rompe el agua, templo un segundo y clavo ¡primera captura! No es como en la pesca del salmón y el archiconocido Good Save the Queen antes de clavar, pero sí al menos mentar a Queen sin duda nos ayudará. Con ello quiero decir que si clavamos inmediatamente después de la tomada, casi con seguridad estaremos arrancando la imitación al pez; tengo la impresión que la trucha primero “mata” al insecto para luego, debajo de la lámina de agua, tragarlo y comerlo. Por eso debemos pensar en Queen y luego clavar, y aún así vamos a fallar un número estimable de clavadas, no vamos a saber discernir a ciencia cierta el rechace de una picada.
Volvamos al relato de los hechos. En los primeros momentos tres truchas, y dos o tres rechazos más. Cambio a bicho negro y disminuye notablemente los ataques. Coincide con un tramo de aguas un poco más profundas (más o menos un metro de agua por una orilla y metro y medio – dos metros por la otra), una trucha a la mano. En la falda de este pocete donde empieza a escasear el agua y donde el calado ahora son cuatro dedos de agua, cambio a un escarabajo verde, y empiezan picadas en prácticamente cualquier rasera. Pozas de poco calado daban trucha sí o sí, y se veían estelas hacia el bicho que parecía una lluvia de estrellas fugaces, y una captura, y otra, y otra más… en pleno frenesí de capturas vuelvo al escarabajo negro, y se para casi en seco los ataques, uno solamente y al fallar la clavada lo envío a lo alto de un árbol. Nunca me vino mejor perder una mosca, vuelvo al verde y se reanuda el festival con otros quince minutos de vértigo con ataques y capturas continuas. Un fallo al clavar y de nuevo la captura de un árbol de la orilla que se quedó con el escarabajo y para casa, que hemos quedado ¡encima voy a cumplir horario, lo nunca visto! 2013-08-21 17.31.49
En resumen, dos horas y poco de pesca y, digamos que unas dos docenas de truchas de las cuales la última docena en menos de media hora.
¿la felicidad plena? Pues aunque suene raro, mi respuesta es no.
Al final, a la vuelta hacia Lugo conduciendo le di vueltas a lo que me acabada de suceder. Cuantitativamente sin duda el mejor día de temporada, muchas truchas con un ratio de capturas espectacular, diría que una trucha cada cinco minutos. Cualitativamente ni mucho menos fue el mejor día de pesca. En realidad se reducía casi todo a una mera cuestión mecánica -lance, Queen, trucha, otra poza distinta, lance, Queen, trucha –. Muchas capturas sí pero faltaba la emoción del fracaso, de saber que ahí está la trucha y no coge la imitación y nos exprime como pescadores obligándonos a poner en el río toda nuestra sabiduría, a cambiar de mosca, a alargar el bajo, colocarnos correctamente, lanzar y posar de manera sutil… es decir, el goce de los preliminares conteniendo la adrenalina que nuestro cuerpo genera y a sabiendas que si algo ejecutamos mal no la vamos a capturar, y en las siguientes posturas lo más probable es que no ocurra nada. En una palabra, la emoción del lance que rompe una rutina mecánica, la excepcionalidad de un acontecimiento como es una picada y el disfrute de una captura. Pensemos en la magia de la lucha de una pintona que hemos clavado lejos, debajo de unas ramas y cómo lucha por no ser vencida, que nos infla de orgullo y nos deja pensando lo buen pescador que soy, que he logrado engañarla.
Ese miércoles, y ese frenesí lo que me plantea es si no habrán sido las truchas las que se han puesto a comer en loco frenesí, sin discernir los méritos del pescador. He sido yo porque por casualidad estaba allí, pero ¿ hubiese podido ser cualquier otro? Me vine con esa cavilación en la cabeza y me temo que la respuesta hubiese sido que sí, trucha arriba, trucha abajo cualquier pescador hubiese culminado el “destroce” por mí perpetrado. Luego han sido otros factores y no mis méritos los que han decidido. Adiós a mi ego como excelso pescador.
Son sin duda las hieles del triunfo.













sábado, 24 de agosto de 2013

No me gustan los serenos

autor fotografía J.F. CastrillejoSi alguien ajeno a la pesca me pidiese que explicara la sensación que siento en un sereno, el símil que le podría ilustrar sería que pensara en el Sorteo de la Lotería de Navidad. Hemos estado todo el año buscándonos la vida, llevando la situación como buenamente se puede, y marcamos en rojo en nuestro calendario la fecha del sorteo y comienzan nuestras ilusiones, comenzamos a gestionar los miles de euros que nos van a llegar. Llega el sorteo y lo importante es tener salud. Nos quedamos con esa sensación de que ha recrecido el cuello de la camisa y lo único que hemos hecho ha sido perder dinero. Eso sí, en alguna ocasión una pedrea o un reintegro, pero nunca vemos colmadas nuestras expectativas
Pues algo así es el sereno. Después de una jornada vareando, colocando esta o aquella mosca por todos los rincones inimaginables, cuanto peores han sido los resultados más esperanzas depositamos en el sereno, y, salvo casos muy puntuales será más de lo mismo.  Y milagros los justos.

 

Guión de un sereno

Intentamos aprovecharnos de las sombras para que los peces no recelen y lo que acabamos haciendo es caer fruto de la desesperación, de un ansia irrefrenable por sacar peces a la par que entablamos una lucha absurda por tratar de frenar el tiempo, de estirar las ultimas luces hasta que no logramos distinguir ni la punta de nuestra caña. Estoy por asegurar que si nos grabasen en video durante un sereno, y si en vez del fondo con un mosaico de sombras fuese ese mismo escenario con las luces del mediodía, no nos reconoceríamos, actuaríamos según el manual del perfecto apaleador de peces, un verdadero genio en el noble arte de dar palos al agua.
Lo primero es situarnos en el presereno. El momento será cuando el sol deje de estar visible, los tonos rojizos adornen el cielo y las sombras principian a cubrir el río, y si ya conocemos el tramo mucho mejor porque ya sabremos dónde suelen cebarse, y tendremos que calcular para llegar al punto exacto a la hora h. Si desconocemos el río, yo suelo optar por una tabla lo más despejada posible de vegetación en las orillas que me permita ver lo mejor posible las cebadas y las oscuridades me incomoden lo menos posible, armarse de paciencia y hacer garita, esperando que surja una ceba para corroborar que no hemos errado en nuestra elección.
Bien ya estamos ante el sereno y empiezan a cebarse… y ahora a rezar que hayamos acertado con la mosca que están comiendo, porque si hemos atado un trico y les da por comer efémeras chiquitinas, cambiar la mosca sin luz, por mucho que portemos un frontal en nuestra cabeza, se vuelve tarea casi imposible, y el anzuelo se transforma en un objeto romo sin ojal, que se niega a ser traspasado por el hilo. Echamos mano el enhebrador que tampoco logra encontrar el ojal y a base de insistir por dónde no es nos lo acabamos cargando. De manera inexplicable, atamos la mosca giramos la vista al agua… y ya no hay cebadas ¿a que nos resulta una situación conocida?
Y otra, que se haya dado todas las combinatorias a tu favor, cebas, moscas y efectivamente nos preparamos para disfrutar de un sereno histórico. Un mal lance y un lío monumental en el bajo, o bien que a la primera trucha que clavamos partimos el bajo. Antes que arreglar el bajo casi prefiero atar la mosca.

 

El orto

Primer sereno del día . La amanecida
Primer inconveniente serio; hay que madrugar y eso para mí no vale. De hecho creo que lo que más me convence de la pesca a mosca es una pesca que perfectamente la podemos desarrollar a partir de las once de la mañana.
Salvo dos o tres madrugones para el salmón, es un plan que no me interesa. De hecho, para mí los caenis son seres mitológicos. Se habla de las cebas a cénidos hacen hervir el río, pero yo no puedo certificar  su existencia. Los practicantes de ese sereno me suelen referir que incluso es mejor que el del ocaso, siendo los citados caenis los verdaderos reyes. Como es un palo que no toco no me voy a parar más dado mi desconocimiento casi absoluto en esta parte del día.
El único punto positivo que observo es que queda todo el día por delante para pescar, al finalizar el sereno no hay que volver a casa como ocurre en el ocaso, podemos seguir con otras opciones de pesca

 

Condiciones teóricas para un buen sereno

Día de calor, sin viento, incremento de la humedad relativa del aire, luna escasa en principio son los factores que deberían asegurarnos el éxito. Sin embargo, me he encontrado con la falta de uno o varios, cuando no todo lo contrario, y sin embargo encontrarme con buenos serenos.
Sin duda, lo que más temo es la presencia del viento, y en particular ese viento que me riza la superficie del agua hace que me encuentre incómodo, y me temo que a los peces le ocurre lo mismo. En este caso busco un pequeño lugar de abrigo como puede ser un talud donde por un lado amaine el viento y por el otro deposite insectos arrastrados por su fuerza hacia esa línea donde cesa el rizo.
Día de calor, deja inactiva las truchas ya que no favorece la eclosión de insectos. Si da lugar a un sereno con buena temperatura va a implicar la bajada en unos cuantos grados la temperatura ambiente a la par de que aumenta la humedad ambiental favoreciendo las condiciones para la eclosión de los insectos
La luna y las tan traídas fases de actividad en los peces. DSC03421Esto es lo mismo que preguntarnos a un gallego por las meigas “non creo nelas pero habelas hainas” Pues lo mismo. No creo mucho en la influencia de la luna en la pesca pero algo de cierto debe haber. Ayer sin ir más lejos, víspera de luna llena, apareció la luna por el horizonte a la hora del sereno y no se nos movió apenas ningún pez y se juntaban los otros tres condicionantes ¿casualidad? Pues no lo sé. Preferir prefiero que ni aparezca por el horizonte
Otro factor mío, personal, que nunca he leído nada al respecto ni en revista ni en foros, los murciélagos. Desde crío me dijo un pescador de los de toda la vida, fallecido hace un cuarto de siglo ya, en una de sus expertas enseñanzas que me legó sentenció que al aparecer los murciélagos en el río que me fuese para casa, que ya no habría nada más que hacer. Y si me resultó ser una constante a lo largo de estos años, que ante un buen sereno, como empiecen a planear estos mamíferos, ¡adiós! Supongo que será porque comen las moscas que salen, pero no acierto a saber qué relación tiene esto con las pintonas (moscas tendría que haber para ambas especies). ¿Será que asustan los murciélagos a las truchas? pero ¿a que se le puede asemejar? Porque hasta donde yo alcanzo, el murciélago no es depredador de las truchas. Y eso cuando no obtienes una hermosa captura alada…
Un último detalle, que no tengamos una romería en nuestro tramo a pescar.
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Últimamente encontrar un sitio en los grandes ríos asturianos donde tentar los reos es como ir a la cola del pan, solo nos queda preguntar quien da la vez. Si una vez situados nos empiezan a llover bolazos de ahogadas y vuelos de líneas harán imposible manejarnos con comodidad en el final de la jornada de pesca

 

Las moscas

Buff! Planteamiento previo. Pretendo coger un pez o coger peces.
Para coger un pez o dos será más que suficiente con atar un trico y lanzar sobre cebadas. Con un buen sereno será difícil no hacer subir a un pez en un determinado momento, sobre todo cuando tenemos peces próximos entre si cebándose puesto que se establecerá competencia entre ellos y nos será más fácil que se interese uno de ellos por nuestra imitación, antes de que lo haga el pez vecino.
Pero ¿y ayer, que se cebaban poco y a unas ignitas pequeñas? Pues como toda eclosión, o aciertas o para casa de vacío. Pero lo de ponerte a cambiar a la luz de los frontales como dije anteriormente es casi perder el sereno cuando demos por finalizada la labor de atar la pequeña mosca. Y luego, como de noche todos los gatos son pardos, nos va a resultar complicado el determinar exactamente el estadio del insecto y lo de los colores ya ni hablamos.

 

Entonces ¿por qué me quedo a los serenos?

Pues creo que hay dos motivos.
Uno es que en nuestro interior siempre albergamos la esperanza de que hoy vaya a ser el día. Y cuando he definido los factores a considerar, siempre obvio los negativos y destaco aquellos que me resulten favorables para acometer el sereno henchido de ilusión. Ya me pondrá las circunstancias y el río en el lugar que me corresponde.
De todos modos, creo que hay un componente de fatalismo, de la imposibilidad de escapar a nuestro destino.. Es como si el guión estuviese ya escrito en la lámina del agua. Si está de salir mal el sereno, ni habrá ceba, soplará viento que me liará el bajo, que hará que me ponga nervioso y comience a dar palos, para salir decepcionado. Otras veces ese destino querrá que haya peces comiendo y nuestra incompetencia a la hora de posar la mosca o de elegirla hará que uno o dos peces y una sensación de salir derrotados nos acompañen a casa.
Pero ¿y ese día que los astros se alían con nosotros? Pues nos deparará recuerdos grabados a fuego en nuestra memoria. En mi caso serenos a los reos espectaculares hace dos años en el Nalón con siete reos, uno hace algún año más en el coto de la Isla que a uSoxe de Laxosa 001n reo grande seguía otro de mayor tamaño. Como curiosidad mi colega Javi y yo moviendo peces a barullo y el otro titular del coto pescando a ahogada no se le movió ninguno en el pozo principal y ¡estábamos situados a menos de 25 mt!. Sólo cabe la explicación de que estaba escrito…
Y así recuerdo algún otro más. Y hay un rincón para mí especial. En el coto sin muerte de Láncara, en el Neira la tabla de Carracedo. No sé la razón, pero se muevan mucho o poco esta tabla me hace sentirme con una sensación de paz y sosiego y suelo disfrutar algo de este mágico momento, quizás sea el único lugar que me aporta tal sensación.
Pero haciendo suma y resta de pros y contras el resultado de este razonamiento, mientras espero que ceben al sereno, es que ¡No me gustan los serenos!






















sábado, 17 de agosto de 2013

Bases previas que han de regir la adjudicación de permisos de pesca fluvial en cotos de salmón, trucha y reo para la temporada 2014 en Asturias


P8057325Hace dos días estábamos aún con los reos a vueltas y en Galicia aún continuamos en algunos tramos. Tenemos todavía por delante casi dos meses de temporada sin muerte hasta el cierre en Castilla y León. Y el que más y el que menos sacudiéndose las arenas de las playas…
Pues tenemos que salir ya del letargo y empezar el vía crucis del papeleo que nos conduzca a pescar ese ansiado coto. Y, como viene siendo habitual, la primera en saltar a escena es Asturias. Aquí os dejo el enlace
Brevemente unos apuntes
  • Las solicitudes se podrán presentar presencialmente o por internet. Plazo de presentación del 16 de agosto al 16 de septiembre.
  • Cada solicitante deberá estar en posesión de la licencia de pesca en vigor para la especie que se solicita
  • No podrán presentar solicitud aquellos pescadores que tuvieran pendiente de justificar el pago de cotos elegidos en campañas anteriores
  • Deben figurar en las  solicitudes de salmón y reo tres personas y en las de trucha de una a tres personas (no como en Galicia)
  • es preceptivo hacer un depósito previo para las tasas exigibles por los permisos de pesca de salmón (socios: 48,36 euros; no socios: 80,60 euros )
  • Las condiciones de elección serán establecidas en una norma complementaria en función de la oferta resultante de la normativa que se apruebe, la cual podrá conllevar asimismo la admisión de la renuncia voluntaria. Es decir, si no estamos de acuerdo con la normativa de salmón que en su momento aprueben solicitaremos una renuncia voluntaria e implicaría la devolución del depósito previo.
Los sorteos se celebrarán en las siguientes fechas:
  • salmón y trucha: día 18 de octubre del 2013 a las 12.00 horas.
  • reo: 4 de abril del 2014 a las 12.00 horas.
Sólo me resta desearos que ese coto que tenéis en mente os lo depare el sorteo.

domingo, 4 de agosto de 2013

El viaje de un principiante

Autor: Juan Carlos Ferreiro Fernández

una truchaLlevaba años queriendo hacer un viaje de pesca; y éste, por fin, me decidí. Un grupo de amigos que se autodenomina Pescos sen Fronteiras me invitó a acompañarles en el viaje que iban a efectuar a Austria y Eslovenia. Alberto, Caruncho, Roberto y Santi ―pescos experimentados en truchas europeas―, Jesús ―viajado por muchos países― y yo ―virgen hasta el matrimonio―, conformaríamos la expedición. Grupo variopinto donde los haya, en el que la risa fue el denominador común. Anécdotas como “pasito pasito”, “amigos de la nave del misterio”, “la malladora”, “recargar pilas”, “los ojos de Miss Zala” y muchas más, difícilmente se perderán en el olvido.
A primeros de año empezamos a planificar nuestro viaje. En un primer momento se barajaron diferentes propuestas: Chile, Laponia y Europa Central polarizaban nuestras preferencias. Organizar un viaje para 6 personas con trabajos, situaciones familiares y fechas disponibles totalmente diferentes, da bastantes quebraderos de cabeza, pero tras muchas idas y venidas a mediados de febrero pudimos tenerlo todo bien atado. Como buenos gallegos ayudó bastante el tremendo cocido que nos metimos entre pecho y espalda en Lalín.
Decidimos pescar cuatro días en Eslovenia y tres en Austria. Los ríos escogidos habían sido el Sava, Sava Bohinjka, Sava Dolinka y Radovna en el primer país, y el Kleine Drau y Vellach en el segundo. Para ello contactamos con personal de (http://www.faunabled.com/) en Bled, al que los Pescos sen Fronteiras ya conocían de un viaje anterior, y con el dueño de la Pensión Wute en Austria (http://www.familienerlebnis.at/). A éste no lo conocíamos, por lo que había un cierto aire de aventura en el país alpino. En ambos casos solicitamos alojamiento y zonas de pesca para 6 personas en ríos no repoblados, o en cursos de agua donde la repoblación fuese mínima.
El día 29 de junio amanecería como uno de los mejores de mi vida. Cumplía 44 años, había buena música en el coche, y ya veía en el horizonte el viaje soñado desde hace muchos años.
Llegamos a Vigo y, tras los oportunos saludos, la consabida declaración de intenciones y demás, partimos hacia el aeropuerto. Facturamos el equipaje ―por cierto, nos clavaron 60 aurelios por el cañero que llevábamos― y tomamos el avión para enlazar en Madrid con el vuelo que nos llevaría a Venecia.
Quisimos asegurarnos el éxito del viaje, y aunque perdimos demasiado tiempo en los enlaces ―4 horas en Barajas―, conseguimos que todo el equipaje viajase con nosotros. Esa larga espera la pasamos inspeccionando las cajas de moscas de Jesús, y no creáis que nos sobró mucho tiempo.
Una vez llegados a Venecia, nos desplazamos en coches de alquiler hasta la localidad de Bled, Eslovenia; un trayecto que se recorre en dos horas y media.equipo
Llegamos al lodge a las 3 de la mañana y nos metimos en la piltra, que al día siguiente empezaba “la guerra”.
 

LA PESCA.


Desglosaré el viaje en tres fases diferentes:

 

1ª fase: El Summun.


Decidimos iniciar nuestro primer día de pesca en el tramo de Sava Bohinjka que gestiona el States Fisheries Institute. Para recoger los permisos fuimos a la tienda de pesca de Bled. En ella se encuentra todo lo necesario, aunque a un precio alrededor de un 20% más caro que en España. Eso si, prácticamente todo es marca Simms, así que en caso de problema toca “desembolsar largo”. Matej, su empleado, os pondrá al corriente del estado de los ríos, las mejores zonas de pesca, los alojamientos, los restaurantes, os mostrará las fotos efectuadas el día anterior por los guías que tienen contratados, y resolverá las dudas; todo ello con un spanglish muy logrado.
muchas truchasNos dirigimos al inicio de un tramo de pesca sin muerte. Cada corriente, cada tabla, cada pozo estaba lleno de truchas y de tímalos. Una vez encontrada la imitación necesaria, lanzar, clavar y luchar es lo que te espera durante el resto de la jornada. Fue un día espectacular, en el que para asegurarme de que miento diré que saqué más de mil truchas. Bueno, puede que fueran dos o tres menos. Y el sereno… Oh, my God!... Creo que soñaré toda mi vida con él.
El segundo día decidimos ir al Radovna. Si el entorno del Sava lo creía inigualable, me equivocaba: siempre hay algo mejor. Es un río más torrentoso, con muchísimas posturas diferentes y con una cantidad de peces igualmente espectacular. La librea de sus truchas comunes es la más bonita que haya visto nunca. Si bien el tamaño era algo inferior a las del Sava, sacamos muy buenos y bellos ejemplares. Creo que pesqué otras mil truchas… radovna
User commentsEl tercer día regresamos al Rio Sava Bohinjka, en las cercanías de Bled; en este caso al recorrido que tiene en su parte central un tramo trofeo (100 €). No creo que sea necesario visitar este tramo trofeo, visto lo que nos encontrábamos en el resto del río.
Aquello fue un calco del primer día. Además ―permitidme que me vanaglorie―, saqué a ninfa vista “la madre de todas las truchas”: un truchón arco iris que pasaba de largo los 70 centímetros y estaba gorda como un cachalote. ¡Bufffffffff…!
El cuarto día repetimos el tramo del States Fisheries Institute, y como mi ego estaba “algo subido”, decidí pescar casi toda la jornada a pez visto, centrándome más en las tablas lentas y en los pozos. Este día creo haber bajado un poco de los mil peces.

 

2ª fase: La decepción del engañado.

El quinto día nos levantamos temprano y nos fuimos a Austria. Tras alojarnos y sacar la licencia y permisos, nos dirigimos al río Vellach, donde nos repartimos el coto en tres tramos a fin de pescarlo por parejas. Para no extenderme, diré que tanto dicho río como el Kleine Drau son “una m…”. Pocas truchas, un elevadísimo número de ejemplares repoblados y tímalos sin fuerza me han llevado a tal afirmación. Como colofón diré que nos vino a controlar un vigilante que no podía creerse que hubiéramos venido desde España a pescar en esos ríos. Era la estocada que nos faltaba, así que anulamos la reserva y al día siguiente volvimos a Eslovenia.

 

3ª fase: El regreso a lo cotidiano.


El sexto y séptimo días volvimos a pescar en el tramo del Sava Bohinjka States Fisheries Institute y en el Gran Sava, en la zona donde confluyen el Sava Bohinjka y el Sava Dolinka. Como en los días precedentes, hubo peces a mansalva.

 captura santi

LOS RIOS.

El Sava Bohinjka: es un precioso río con unas aguas espectacularmente cristalinas. De color verde esmeralda, dirían unos, o de color azul turquesa, dirían otros. Es en todo caso un río magnífico, bordeado por grandes graveras que las lugareñas utilizaban para ponerse a tomar el sol.
iPhone 2225Aquí puedes encontrarte todo tipo de escenarios de pesca diferentes. Es un río fácil de pescar a mosca, y en muchísimas ocasiones podrás pescar a pez visto. La ausencia obstáculos ―tanto dentro como fuera del agua― ayuda mucho a lograr la captura.
El Sava Dolinka: no pudimos pescarlo porque iba muy alto.
El Sava Radovljica o Big Sava: nace de la confluencia de los dos anteriores en el lugar de Radovljica. Es un río anchísimo y despejado, con unas características similares al Bohinjka. julio 02
El Radovna:
radovna afluente del Sava Dolinka, es el típico río de montaña con aguas tan cristalinas como heladas, donde en cada postura puedes encontrarte con una sorpresa. Sus truchas comunes salvajes son las más bonitas que he visto.
trucha comun radovna
El Vellach: afluente del rio Drau, es un típico río alpino que en su zona inferior va moderando su pendiente. En muchos tramos estaba muy bajo de agua y con una total falta de obstáculos que permitiese a los peces el poder resguardarse.
El Keine Drau: es un canal del rio Drau que ha sido naturalizado mediante la colocación de obstáculos que hacen que el agua discurra de forma sinuosa. Tras recorrer aproximadamente un kilómetro de río, sólo vi 10 truchas, y 8 de ellas estaban en la misma postura.

 

LAS ESPECIES.

arco iris savaSalvo en Austria, pudimos ver muchos peces y de muy buenos tamaños. Eran habituales las truchas de más de 30 centímetros. Las kilonas, bikilonas, trikilonas, etc… eran muy numerosas. 
 
timalo grandeLos tímalos eran más pequeños, aunque también sacamos algunos ejemplares de más de 40 centímetros. Diré que aparte del tímalo, la trucha arco iris ―¡cómo tira la cabrona!― predominaba sobre la común. Encontramos trucha común repoblada, cuyo número iba disminuyendo a medida que avanzábamos hacia los tramos altos de los ríos. La repoblación era mucho mayor en Austria que en Eslovenia.

 

 

 

LAS MOSCAS.

Durante los preparativos del viaje mis compañeros me comentaban que las moscas que utilizamos en España eran las mismas que iban a pescar en Eslovenia, y aunque yo tenía mis dudas, he de reconocer que eso es cierto. Aunque haya una gran densidad de peces, no penséis que entran a cualquier cosa; y la presentación, como en todas partes, es muy importante. Hubo momentos en los que he tenido que bajar hasta un 0,10 para poder sacar truchas de buen porte.
trucha con ninfaLas ninfas: la ninfa negra y la Pheasant Tail que Jose ha puesto en el blog, así como el perdigón cocacola, me dieron un gran resultado. Las bolas de tungsteno, grandes y preferiblemente de color plata. Tampoco hay que desdeñar las ninfas de plecóptero en un tamaño generoso, sobre todo en zonas de corriente fuerte. También probé las ninfas que hicimos en la entrada del caleidoscopio, aunque he de decir que los experimentos más vale hacerlos en casa y con gaseosa. Cayó alguna loca, pero es mejor utilizarlas para brincar que no para el cuerpo. En todo caso, los brillos las vuelven loquitas.
Las ahogadas: ¡qué vergüenza: no sé pescar con ellas! Sin embargo, han dado muy buen resultado a mis compañeros.
Las secas: emergentes y efémeras, preferiblemente en cul de canard. Sin olvidarnos de las hormigas, diábolos, griffith gnat, Su Majestad la Red tag, etc, etc.
Lo dicho: lo mismo que en España. Cada una tuvo su momento y su lugar.
El estrimer: ¡agárrense los machos!

 

CURIOSIDADES.

En el tamaño de las truchas notamos una curiosa falta de ejemplares de entre 20 y 25 centímetros.
Existe la guardería. Todos los días fuimos controlados por ella. Incluso tienen un grupo de 5 guardas para “espantar” a escopetazo limpio a los cormoranes.
Vimos a unos domingueros pescando a cola de rata con una boya (de mosca ahogada) atada al final del tippet. ¿Se les caería el bucle?
Con el barullo que montábamos en el río ―nuestro sigilo, como buenos españoles, brilló por su ausencia―, no se acercaba ningún pescador a nuestra zona de pesca.
Los permisos son carísimos ―entre 39 y 59 €―, aunque, visto lo que se pesca, no sé que decir.
Aquello no es Galicia: no hay una tasca en cada pueblo.
¡Cómo están las mujeres eslovenas…!
 

LAS CUENTAS.

Siempre es lo más doloroso, pero no queda otra.
Avión: 250 €.
Alquiler del coches:160 €.
Alojamiento: 243 €.
Cotos: 365 €.
Licencia austríaca:6 €.
Otros gastos: 336 €
Total:1360 € por persona.
Para que luego digan que una buena gestión de pesca no produce dinero.

 

LAS SENSACIONES.

Negativas: el episodio de Austria, donde considero que hemos sido engañados por el dueño de la Pensión Wutte; la rotura de tres cañas y la pérdida de unas gafas polarizadas.
Positivas: un entorno inigualable; el agua cristalina; la cantidad de pesca; un buen lodge; el asesoramiento de Matej; la compañía de los Pescos sen Fronteiras y de Jesús, y la cena en Austria ―no todo iba a ser malo en este país―.
Por cierto, no hicimos turismo. No da tiempo.

Colegas de pesca

He creado esta nueva sección en el blog. Como bien dije al principio se trata de reflexiones e ideas que van surgiendo en jornadas de pesca. 
Pero hay veces que estas jornadas se acompañan de los colegas pescadores, que hacen que nos tomemos la pesca en otra faceta, ya no estamos en silencio elucubrando si un trico o una efémera, una ninfa o un escarabajo, sino que nos da tiempo a charlar de lo divino o lo humano, de ver como pesca, en definitiva a compartir.

También puede ser un camino recorrido por otros de acortar el tránsito hacia algo, de saber en definitiva qué nos encontrados al doblar el recodo del río, simplemente porque nos dejamos llevar por la experiencia del compañero, o más bien diria del colega, porque este sutil matiz marca la diferencia entre el estar pescando con al estar cómodo pescando con. 

Es mucha la gente a la que le debo mi aprendizaje, y muchos con los que disfruto de lances junto a ellos, compartiendo moscas, hilos, escenarios, en definitiva la pesca en sí. Para ellos, lo mismo, que cuando quieran echamos unas varadas juntas, es esta sección.

Me complace también que Code, (Juan Carlos Ferreiro) me haya obsequiado, y por ende a todos los que leen mi blog, a relatar sus impresiones en su primer viaje fuera de nuestras fronteras, de cómo lo ha vivido, dado que yo no he cumplido con este anhelo, pero la lectura me ha servido para crearme una idea de lo que puede llegar a ser.

 Gracias igualmente a Santi Fraga por aportarme fotos para ilustrar gráficamente lo que Code ha escrito.
¡Muchas gracias, colegas!