sábado, 1 de junio de 2013

Escapada al Bierzo

Cuadrando cuentas me doy cuenta el martes que el viernes tarde puedo cogerme la tarde para ir a pescar, y no es cuestión de desperdiciar un buen rato de pesca. Empiezo mentalmente a repasar posibles escenarios y de pronto se me ocurre el Valcárcel en el vecino Bierzo. Río de montaña, bravo pero que en su coto de Pereje me había ofrecido buenos ratos de pesca.
Nunca había pescado en el sin muerte y ya era hora de conocerlo. Ante esta situación lanzo el señuelo de ir a pescar y responden cuatro colegas, uno sí, dos quizás que al final no pudieron acompañarnos y uno que fijo que tiene que trabajar y no puede venir. En este caso, al final va a ser Code el que sea compañero de escapada.
Quedamos a partir de las dos y media en mi territorio en tierras de O Corgo en concreto en Mesón Santa Mariña, porque no era cuestión de enfrentarse al agua con el estómago vacío, y además un churrasco excelente, norma distintiva de la casa, te hace ir como las moscas, impregnado en grasilla flotabilizadora que sólo la buena carne de vacuno te aporta y si te caes al río vas impermeabilizado. Lo cierto es que comimos opíparamente y en concreto a mí me apetecía más una siesta que el pescar pero el deber llama. Viaje cómodo, unos 80 km casi en su integridad por la autovía A6 y cuarenta minutos de viaje estábamos a pie de río, aparcando casi a la entrada del antiguo puente de la N-VI. Soplaba el aire y soplaba bien, decidimos que no era cuestión de seca y preparamos las cañas de ninfa y bajando un terraplén  a lo cabra, sin percatarnos que unos metros mas abajo nos esperaba un camino para acercarnos al río, nos ponemos a pescar. Imponderables de ir a un tramo por primera vez. DSC03405Vimos un pescador que iba a bajar y al vernos a nosotros continuó camino río arriba. Nulos resultados y decidimos bajar por un sendero río abajo. El río se puede decir que cómodo precisamente no es, con unos taludes laterales que dificultan sobremanera el entrar y salir del río, y por dentro va con un pelín alto que dificulta un tanto el vadeo. Pero además, Eolo no faltó a la cita y nos arruinaba cualquier intento de pescar al hilo con eficacia, creando tal comba en la línea que elevaba las ninfas más de lo debido y no lográbamos picadas. Resultado muy pobre, una trucha a la mano y muy pocas señales de las pintonas. Eso sí, resbalé en un talud y fui a estrellarme contra un árbol que, impidió que acabara en el río, un buen coscorrón. Ya he dicho que cómodo no es y a los hechos me remito.
Ante la ausencia de resultados decidimos regresar hacia el coche para, o bien ir al sin muerte de Trabadelo o, como fue el caso, pescar por encima de la antigua N-VI, DSC03409y esto fue lo que hicimos, ya que eran las siete y a lo sumo estaríamos una hora larga en el río. Y aquí empezaron a moverse algo más, tuvimos más picadas, yo tuve un buen pepino clavado pero fue mas lista que el pescador, me la jugó y cuando pensé que se iba a descolgar río abajo enfiló hacia una raicera, se enterró y ahí la perdí sin remisión. Este tramo nos resultó más cómodo de vadear y con unas buenas tablas por si se ceban a seca. Vuelta hacia el coche caminando cómodamente por la carretera, ya que como es tramo del Camino de Santiago y para casa.
El río nos gustó. Ni era el día más propicio meteorológicamente hablando ni la mejor hora, lo que transcendió en los resultados bastante escasos si hacemos enumeración exclusivamente de las capturas, pero el río es de configuración diferente a lo que aquí estamos acostumbrados, está relativamente cerca y clamamos venganza. Prometemos volver. Ahhh… además quedamos con ganas de volver a comer de nuevo un buen churrasco en el Santa Mariña antes de otra jornada piscatoria. Si las truchas no quieren comer, ahí estaremos nosotros bien dispuestos a cebarnos a churrasco…